La saga de Resident Evil llega a su cuarta entrega. Y para ello que mejor forma de celebrarlo que hacerlo renovando un poco su imagen que ya olía un poco a rancio, que lanzándola en versión 3D y en versión IMAX digital (aunque inicialmente no fue filmada así, si no que fue remasterizada en dicho formato), que no nos van a asegurar un buen guión, pero si un montón de escenas exageradísimas de acción con múltiples objetos voladores disparados hacia nuestras cabezas que seguro que no te dejan tranquilo en todo el metraje. Por eso hay que tener bien claro antes de nada lo que se va a ver si eliges esta película. Ya no es una película de zombies a medio camino entre el terror y la acción con una aceptable adaptación del videojuego original, no. Ahora prevalecerá más la importancia del festival de impactantes imágenes, una retahíla de peleas alucinantes y una Milla Jovovich más espectacular si cabe.
Paul W.S. Anderson (Alien vs predator) vuelve a escribir el guión como en las tres anteriores ocasiones y vuelve a dirigir como en la primera parte, con los logotipos de Umbrella todavía presentes y a Alice con la compañía de viejos conocidos y hasta aquí puedo leer.
Para los que tiene claro lo que van a ver, desde luego será un espectáculo más que disfrutable, y si tienes la ocasión de verla en 3D, con la sensación mas parecida a estar dentro del mítico videojuego que nunca.