Me parece que lo único que puede salvar el estereotipo de este film es la presencia de Morgan Freeman y Luc Besson. Uno sosteniendo en pantalla un climax adecuado que no haga de la acción y el comentario fácil un sistema para la película y el otro dejando tonos de cine algo más elaborado en un planteamiento de historia me parece que demasiado conocido. Jet sabe hacer lo que hace así que, que menos se puede esperar.