Por muy valiente que me parezca que en España se vuelva a intentar con el thriller, creo que no va a resultar mas que otro fracaso. Me vienen a la mente títulos como La caja Kovak o Ausentes, que muy a mi pesar, aunque con sus momentos buenos, en general eran productos pobres, sobre todo por su desenlace y sus retorcidas vueltas de tuerca.
Pero por lo menos hay gente que intenta hacer cosas diferentes en nuestro cine, y no se limita a la típica comedia española. Y aunque sé que seguramente acabaré echando pestes de ella, merecerá la pena su visionado. Eso sí, en casita y con tiempo.
Así que aquí estamos ante otra peli de intriga, de la mano de Guillermo Fernández Groizard, en su primer largometraje tras haber dirigido capítulos de varias series de televisión como Mis adorables vecinos, Compañeros o Médico de familia entre otras. Poca cosa tiene que ver una cosa con la otra, porque no es lo mismo la ñoñería de estas series que el suspense que se promete de este film, y dudo mucho que nos sorprenda con una magnifica realización.
En el reparto encontramos a Adríá Collado (Aislados, Para entrar a vivir) y a Lucía Jiménez, que espero que pueda lucirse un poco más que en las últimas comedias dónde la he visto, Café solo o con ellas y El club de los suicidas, en las que estaba flojita, flojita y solo daban resultados ante la cámara su cara bonita y su cuerpazo.
Cada cual con aquello que elija cuando paga la entrada de un cine, yo no la recomendaría para eso. Claro que lo dice alguien que se gastó su pasta para ir a ver Salir pitando. Uno no puede acertar siempre. Veremos.