Me siento terriblemente obligado a acercarme a esta película por puro respeto al personaje, al que ya conocemos, probablemente caricaturizado en esta nueva edición que dudo mucho consiga mejores resultados después de la excelente El silencio de los corderos, la menor Hannibal o la poco plausible Dragón rojo. Pero la gallina de los huevos de oro no descansa así que no será la última vez en acercarnos al análisis más pequeño de este asesino en serie.
Una vez que se ha llegado a la perfección de un film, con un personaje como el "come mejillas" como protagonista, tan redondo, especial y misterioso, todo lo que se quiera aportar será difícil que llegue a buen puerto. Esta no va a ser una escepción, sólo espero que no llegue al momento del ridículo, y confío en demasía en un actor como Gaspar Ulliel, Largo domingo de noviazgo, para encarnar una juventud difícil del caníbal. El resto son una comparsa, seguro, con especial atención a la figura de Rhys Ifans interpretando a un malo que ya veremos la talla que da, después de comedias como Little Nicky o Nothing Hill.
Debiera de saber el director que me acerco a la película por su historia, pero que no espero que no me defraude, por curiosidad, por caprichismo, quizás no debiera hacerlo.