Pues sí, dirige Ivan Reitman, que alguna cosa digna ya ha hecho en el género de la comedia. Vaya, que hizo el primer Cazafantasmas. Y sí, hizo que Schwarzenegger aprendiese a hacer reir: Poli de guardería y Los gemelos golpean dos veces. Repitieron en Junior, pero... En cualquier caso, Reitman lleva años sin recuperar su mejor nivel ochentero y dudo que vuelva a hacerlo.
Pues sí, protagoniza Natalie Portman, que viene de brillar a un nivel estratosférico en Cisne negro, que le ha dado el Óscar y mil premios más. Pero esto pinta a descanso liviano después de las fatigosas exigencias de Cisne negro, precisamente, y para colmo su partenaire es uno de los peores actores de su generación, por muy bollito de anuncio de colonias que sea: ¡Ashton Kutcher! (Jesús. Gracias.)
Elizabeth Meriwether, la guionista, tampoco nos aporta ningún plus con su curriculum, más que corto. Y lo poco que podemos adivinar del argumento e intereses de la película, terminan por hacernos perder todo el interés: Enésima historia de chico y chica requeteguapos que "sólo" son amigos y amantes -nada más-. Bostezo.
Producto listo para que las fans del cachas A-a-aaaa...ashtonkutchér! (jesús -gracias) puedan verle lucir en forma y los fans de la Portman ídem de ídem. Dinero fácil. Cine, poco o nada.
Reitman, alíate de nuevo con Bill Murray, anda. ¡O con Chuache, ahora que vuelve a estar libre!