Sí, ha vuelto el Dr. Neville y esta vez es negro y con bastante más chispa. En aquellos maravillosos 70, en la anterior adaptación de la novela de Richard Matheson, el protagonista era Chrlton (cartón piedra) Heston, un grande del cine que nunca supo actuar pero que sí supo convertirse en un personaje, primero en el cine histórico y luego en la ciencia ficción. Un Keanu cualquiera, vaya. El caso es que ahora tenemos a Will Smith y eso es un problema porque este sí que sabe actuar, incluso fue nominado al Oscar por En busca de la felicidad, y en estos productos de acción y diversión se mueve como pez en el agua. ¿Problema he dicho? Pues sí, porque corremos el riesgo de que absorba demasiada atención y se resienta la película, seguramente más adecuada para un actor más neutro. Cuando Will Smith está en una película todo gira a su alrededor, lo vimos en Yo, Robot.
Se encarga de dirigir esta nueva versión Francis Lawrence, que ya se las tuvo que ver con Constantine, una película que tuvo cierta relevancia. Precedente más que suficiente para poder afrontar este nuevo proyecto.
Dos guionistas adaptan el texto, Mark Protosevich me da cierta seguridad porque creo que pudo salvar aceptablemente dos productos que tenían todos los mimbres de fracasar: La celda y Poseidon. Evidentemente no espero de él un guión maravilloso y complejísimo pero sí un texto serio que no me haga revolverme en mi butaca y me permita disfrutar de las hazañas de Smith. El otro guionista es el siervo de tío dollar, Akiva Goldman. El código Da Vinci, la parte más comercial de Yo, Robot… Está claro que su objetivo en esta película será el de evitar cualquier bostezo de la mente más lenta de la última fila, es decir, asegurarse de que el producto se venda lo mejor posible. Esperemos que no se pase. Da miedo después de haber firmado guiones como el de Batman y robin o Perdidos en el espacio, pero siempre le quedará Una mente maravillosa como aval. En mi opinión un elemento negativo.
Y es negativo especialmente porque confirma la idea que tenía yo de este proyecto. Se va a perder toda la chispa de aquella ciencia ficción atrevida y original de los años 70 para construir un producto de acción comercial serio de este nuevo siglo. Tendrá un aspecto mejor acabado y mucho más convincente, pero, al contrario que aquella –que hasta tuvo episodio de Halloween en Los Simpson- se perderá en el olvido pronto. Pasará un poco como con Invasión. Entre tanto, a disfrutar de las palomitas.