Debo admitirlo, no hay otra opción, aún no me he enfrentado a Michael Haneke. Pero ya va siendo hora. Es posible que no me guste, es posible que sea demasiado oscuro para mí, quizá el ambiente denso me resulte demasiado, pero un precrítico tiene que enfrentarse a estos riesgos.
Promete ser una película difícil de ver pero a la vez original. Una película que deje poso, una película que a los diez minutos de acabar te deje una sensación de que has estado haciendo algo durante dos horas.
Para los arriesgados una cita necesaria. Para los más convencionales, algo de que huir, estos que vayan a “Munich”, invertirán mucho mejor su dinero. Los arriesgados que no pierdan tiempo, esto no va a aguantar mucho más en cartelera.