Con fecha de estreno del próximo viernes 16 de octubre, pero con visos reales de aparecer por las carteleras llega este documental-musical de la mano de su padrino, Fermin Muguruza, historia viva de la música vasca, que militase en Kortatu y en Negu Gorriak y que en solitario ha promovido muchísimos proyectos musicales junto a Manu Chao y una infinidad de artistas, en pos de utilizar la globalización desde un punto de vista de hermanamiento entre distintas culturas y modos de, no ya de ver, sino de vivir la vida.
Cuentan que este film, producido por Anton Reixa, comienza su andadura con la muerte del poeta Mahmoud Darwish, y en un intento por dar voz al pueblo palestino, pero a través de sus artistas jóvenes y emergentes, aprovechar también para hablar sobre la situación política y la forma de vida en Palestina. Muchos serán los temas que desfilen por la pantalla.
La película fue presentada en el Festival Internacional de Derechos Humanos de Donostia-San Sebastián, un festival hecho para películas como ésta, en el que concitó los aplausos más unánimes del auditorio. Como era de esperar. Habrá quien en esta película vea una visión muy interesada, y habrá quien crea que al cine palestino le falta un prurito de crítica, sobre todo ahora que se empiez a ver cine israelí crítico con su historia. Pues imaginen ya la visión del extranjero que va a Palestina a hacer la buena obra de la vida.
Entretenimiento asegurado, pero no exento de que a alguno le entren las dudas sobre el trasfondo de lo que se quiere contar y mostrar.