Puedo entender que a muchas personas les haya costado seguir una película tan fantasiosa y vil con la historia como esta, los espartanos para empezar no iban en medio desnudos por el mundo por ejemplo, tan enérgicamente propia en cuanto a el grafismo y tan visceral en los diálogos prácticamente gritados, pero ese era el juego del film, un cómic delicioso para los que desearan degustarlo.
Los mil y un cuadros épicos que se muestran en pantalla dejan a un lado el concepto de mueso cuando los enfrentamientos comienzan por fin después de una mínima presentación de pensamientos. Una maravilla de conceptos visuales que alegran los corazones de los amantes de la acción a raudales detrás de la figura del heroísmo tan invencible.
Todo en la película es sincero desde el punto de vista de la imaginación de su creador, y al plasmarlo de este modo tan bello, el espectador se siente abrazado a la idea de concebirla en su mente como tal, lo mismo que debía hacerse con la primera parte del mundo Matrix, y punto.
Me siento orgulloso de haber elegido este film como objetivo, porque no me ha defraudado, me ha dado justo lo que quería y muy bien. A mí desde luego ya me vale, muy grande.