Danny y Rusty ya ni siquiera terminan sus frases (algo que ya ocurría en un par de ocasiones en las dos entregas anteriores, pero que aquí ya, más que norma, es incluso sistema) y casi más parecen pareja que amigos o compañeros. El regusto por lo cool lleva a Soderbergh a repetir escenas o momentos que acaban de explicarnos diálogo mediante, sólo por el placer de ver al actor de turno en situación. E incuso un mismo diálogo aparece fraccionado en el montaje sólo para que podamos verlo en escenarios varios y con modelitos varios.
No sólo es esto. Algunos de los personajes que van entrando en la trama para producir este o aquel giro, son hilos sueltos de entregas anteriores de la saga. Personajes que vuelven, que van, de los que solamente se habla, algunos que ganan importancia, otros que pasan por la película como simple guiño. Y el cachondeíto general sobre la ausencia de Julia Roberts y Catherine Zeta Jones es mayúsculo. Ya de primeras: No, no están en la peli. Así que no preguntes por qué. Sin más. "No es su guerra".
En resumen: Esta es una película que van a disfrutar, de manera íntegra, exclusivamente aquellos que ya disfrutaron tanto con Eleven como con Twelve. Porque si ya la segunda era un suerte de chiste privado, esta tercera entrega mantiene el pequeño respeto hacia el espectador de construir un golpe medianamente bien narrado, a modo de hilo argumental, para en realidad cerrarse con toda la soberbia del mundo en su propia burbuja. Qué puedo decir: Me parece... maravilloso.
No puedo olvidar comentar un detalle -un capricho, lo reconozco- que observo ahora, a trilogía cerrada. Las tres películas, más allá de su calidad final, gusten o no gusten, tienen tres introducciones maravillosas. En la primera, la presentación del personaje de Danny Ocean aún en prisión es simplemente perfecta. En la segunda, el muy coñero arranque con esa escenita entre Zeta Jones y Brad Pitt, con este escapando por la ventana... ¡delicioso! Y en esta, una introducción muy breve, pero realmente graciosa, cool. Al nivel.
Parece que aquí, con estas tres películas, termina esta gran broma, pero gustoso, encantadísimo, vería Ocean's 14.