En un episodio de Padre de Familia,
Peter cree saber hablar italiano, remarcando los gestos y el tono. Grita algo como
"¡púpiti púpiti púpiti!" Una cosa es parodiar el tópico y otra muy
diferente caer en él. Esto es lo que le ocurre a Ryan Murphy en Come reza ama. Señor Murphy, en Roma tienen agua caliente
en las pensiones, y los italianos, serán unos ligones, pero todo
tiene un límite. Como era de esperar, tenemos la mirada del turista
americano menos informado del mundo. Para un americano, un plato de
pasta con tomate es la quinta esencia culinaria que te lleva a
escuchar un aria de Mozart. Quizá allí tengan que explicar que no
está de más tomarse un descanso para disfrutar de la vida, creo que
aquí nos sobra. En cualquier caso, todos los tópicos italianos más duros, dan
paso al episodio más tedioso de la película: India.
El new age está pasado de moda. La
meditación de libro barato de autoayuda, y las frases tópicas de
hippie trasnochado sin porros, se acumulan sobre una historia que
tiene su rumbo completamente a la deriva. Anécdotas trilladas al
máximo como la boda concertada. En Bali la cosa no mejora mucho,
hace la aparición de un Javier Bardem que pasaba por allí para
cobrar y largarse a hacer otra cosa (cine, por ejemplo). La química
no ha hecho acto de aparición.
Julia Roberts interpreta al
clásico personaje egocéntrico procedente de la clase más snob de
los EEUU, y lo hace con sus habituales limitaciones interpretativas.
Un personaje con ínfulas de espirituosidad y realmente, cargado de
una superficialidad infantil galopante.
Para el ama de casa del pueblo más
recóndito de América, que jamás haya salido de su casa y se
dedique a criar a 6 hijos. Para la quinceañera que sueña con ser
popular y vivir un cuento de hadas. Para la solterona que se atiborra
de helado de chocolate mientras espera a su príncipe azul. Yo
también puedo ser tópico. Para quien no haya visto ni una sola
comedia romántica mínimamente digna. Para lo que no es, desde
luego, es para la sección oficial del festival de San Sebastián.