Ha sido un gusto contemplar el film tal y como es, sin verguenzas y original, exagerado en la medida oportuna, y los trucos de guión justos. La presencia de 007, muy elegante y visceral, da fuerza a una película digna desde ambos puntos de vista, dirección y guión.
El toque técnico resumido en planos buenos y muy decentes, el colorido, la dirección de actores y el hermetismo figurista de la película, poco a poco nos hace entender lo sencillo de la misma y que además, no necesita demasiado para tener personalidad y ser agradable a vista y oído.
Sin duda un ejercicio distinto, autodidácta quizás, tranquilo y de mente fría para tener el coraje de tratar la película con ese estilo tan poderoso de exageración contenida tras un film entero y cierto.