Crítica de la película The Box por Romulo

Al menos a grandes rasgos, estoy en parte de acuedo con la opinión de mi compañero Sherlock respecto a este nuevo trabajo de Richard Kelly. Pero igualmente, creo que he recibido la película de modo más positivo que él.

Primeramente aplaudo la osadía de Kelly de no plegarse a convenciones. Uno podría pensar que tras el enorme batacazo de Southland Tales, Kelly intentaría congraciarse con la industria. Eso podría parecer, con una premisa inicial perfectamente entendible dentro de un género de terror fantástico; pero a partir de ahí, Kelly no se amilana y hace precisamente lo que él quiere hacer, como lo quiere hacer y sin que nadie le baile el pulso.

Este es el gran problema, en cualquier caso: A Kelly alguien le tiene que coger por banda y pegársele como una sombra, para controlar esa cabecita explosiva. Con una mano firme que asiente las bases el talento de Kelly podría llegar a niveles realmente interesantes.

En cualquier caso, retorno a mi explicación primera: ¿Por qué he disfrutado The Box, al menos más de lo que parece haberla disfrutado Sherlock, en este caso? Porque me parece evidente que Kelly ha querido aquí trazar un film de serie B, con algunas (bastantes) de sus constantes, pero adaptadas a muchos elementos marca de la casa que ya vimos en Donnie Darko y sobre todo en Southland Tales. The Box es una película B en todo: estética, banda sonora, desarrollo sin ningún tipo de explicaciones narrativas... Todo. Absolutamente todo.

De este modo, mientras la primera parte de película mantiene un ritmo lento pero interesante, tenso, luego Kelly se desmelena. Por supuesto la película así se resiente, uno ya no sabe a qué está, algunas escenas bordean el ridículo, y otras caen directamente en él. Sin embargo, otros momentos extrañamente funcionan. Sin que quizá ni el propio Kelly sepa por qué. En estos minutos, podría pasar absolutamente cualquier majadería, y para él tendría cabida.

El cierre retorna al estilo y ritmo del arranque para aprovechar la intensidad de un perfectísimo James Marsden y una estupendísima banda sonora, y cerrar la cinta al alza.

Mención aparte para Cameron Diaz que, como indica Sherlock, está horripilante. Interpretativamente y físicamente: nunca fue un bellezón, pero pocas actrices habrán envejecido peor que ella. ¡Y eso que aún es medianamente joven! Un desastre de carrera, la suya.