Tenemos en la dirección a Brian de Palma, responsable de títulos importantes como “Atrapado por su pasado” o “Los intocables” y otras muchas interesantes películas. Si miramos los antecedentes más cercanos la cosa va a peor: “Mujer fatal” o “Misión a marte” (que en todo caso era mejor que “Planeta rojo”). Un director claramente a la baja pero que siempre podrá hacer una buena película.
Los actores, de lo mejorcito de la nueva hornada. Josh Hartnett despuntó allá por “Las vírgenes suicidas” y recientemente lo hemos visto en “El caso Slevin” o brevemente en “Sin City”. No está mal aunque quizá le falte la fuerza necesaria para un cine negro clásico como este.
No se puede decir lo mismo de la imponente Scarlett Johansson que cuadra a la perfección con el tono de la película. Precisamente ahora la podremos ver también en la nueva de Woody Allen, “Scoop”.
Además, Hilary Swank, que viene con sus dos oscars debajo del brazo, el último por su importante interpretación en “Million Dollar Baby”. Y otros actores que no comentaré.
Se trata de una adaptación de la novela de James Ellroy, quien también escribió la novela de “L.A. Confidential”. Naturalmente la novela no está a la altura de la otra, pero no deja de ser otro punto a favor.
Todo bien, hasta aquí, con unos peros que no podrían impedir de ninguna manera que tuviéramos una buena película. Pero se nos olvida algo: ¡el guionista! Alguien se ha debido olvidar de contratarlo. ¿Quién lo necesita? Tenemos a un director de renombre, un buen reparto, una novela... No hace falta guión. Contratamos a Josh Friedman. En su currículum tenemos tan sólo dos títulos: “La guerra de los mundos” donde se esconde a la sombra de David Koepp; y la pobre “Reacción en cadena”. No tenemos guionista, tenemos un obrero. El resultado, por tanto, se resentirá.