Crítica de la película Australia por Romulo

Baz Luhrmann es un tipo con muy poca filmografía a sus espaldas y, a pesar de eso, un cierto prestigio como autor. Un prestigio que, personalmente, no entiendo. Su cine no me gusta. Sin haber visto aún El amor está en el aire, su Romeo y Julieta y Molin Rouge no me entran por el ojo. Y eso que me parece un director que precisamente sólo busca eso, entrar por el ojo, pura estética, vestir su regalito con un lazo molón, papel en colores chillones y con dibujos extravagantes.

El problema es que dentro uno encuentra una caja que contiene otra caja que, a su vez, contiene otra cajita. Y así consecutivamente, hasta que descubres que, finalmente, dentro no hay nada. Pasaba con su estupidísima versión barriobajera del texto de Shakespeare y, sobre todo, con ese ese mareo insoportable ambientado en un París de paja mental.

Ahora Luhrmann, definitivamente crecido, se ha ido a fijar en los grandes amores clásicos de la historia del Cine para pretender ambientar en tiempos de guerra otra epopeya del corazón, con dos grandes rostros de la pantalla. Lástima que seguramente detrás de cada elaboradísimo montaje habrá poco más que nada, mucha música, mucho beso, mucho llanto y mucho grito, pero poca pasión de verdad. Poco o nada que te haga sentir como se te erizan los pelos de la nuca.

En la imagen, dos nombres diferentes. Él está en lo mejor de su carrera, se llama Hugh Jackman y ya está trabajando con directores como Woody Allen, Bryan Singer o Christopher Nolan. Y le veremos mucho más. Ella, Nicole Kidman, sería mi candidata perfecta para interpretar al Joker ahora que Heath Ledger ha muerto. La revista Forbes la señaló recientemente como la artista que más cobra, injustificadamente, en relación a los beneficios que su nombre reporta en taquilla. Se está hundiendo su estrella a la par que se estiran sus cejas. Efectos del bótox ambas cosas, quizá.

Poco más tengo que añadir a una macroproducción que recuperará mucho de lo gastado y ganará tanto más. No lo dudo. Quizá encienda de nuevo, por un tiempito, la apagada estrella de Nicole. Peo cuando llegue el momento de verla, lo haré con toda la desconfianza del mundo.