Con ritmo, con ingenio, con chispa, con buenos planos y movimientos de cámara si es posible hablar de esto en animación 3D, y con una limpieza de guión que no engaña ni a tontas ni a locas.
Directamente al grano, con las pausas necesarias y un terrible énfasis por hacer verosímil cuanto los protagonistas piensan y sueñan, la película se hace cada vez más grande, con una trama que se desarrolla con la complicidad de un público agradecido.
La ternura del final, aunque casi que obligada es el eterno dilema, pero no molesta, además, es un pequeño paréntesis, el resto todo emoción, originalidad, tensión y muy buen trabajo.