Me pongo delante del ordenador con una clara intención: dejar de lado cualquier consideración extracinematográfica; eludir las mil anécdotas (reales o ficticias) vertidas en la inmensa lavadora de la rumología, siempre al servicio del inefable marketing.
Mel Gibson, sólido actor, no tan sólido director. A este respecto estoy de acuerdo con lo que sobre él comentaba mi compañero Rómulo y Remo. A lo que añado que su corta carrera cinematográfica no ha sido brillante, por mucho que se pongan todos los Oscars que cosechara con Braveheart bajo el sol del mediodía. Sinceramente, "El hombre sin rostro" me resulta floja; y aún no he conseguido terminar de ver "Braveheart" de un tirón. Una película que considero, además, ha quedado terriblemente envejecida en cuestión de cinco años.
Y ahora, tras un larga ausencia de Gibson tras las cámaras, vuelve con la historia de las últimas horas de Jesús de Nazaret. ¿Guión? ¿Para qué? Personalmente considero que las últimas horas de Jesús son las menos interesantes de su vida y de su muerte. ¡Ojo! Me estoy refiriendo al calvario, que me temo que en este film se va a convertir en lo fundamental que contar.
No se puede hablar ni de cine histórico, ni de cine dramático, ni de cine de intriga, en una historia que todos conocemos y que lo que nos va a aportar es el dato exacto del número de latigazos o de clavos que le metieron. ¿Cine espiritual? Creo que cualquiera de nosotros se aterraría de ver sufrir a cualquier persona todo lo que sufrió Jesus; vamos, ¿es que es más espiritual esta historia por ser el protagonista Jesús? No creo yo que la espiritualidad de la religión de Cristo radique en lo que sufrió. Mártires ha habido mucho a lo largo de la Historia; no se puede pretender un mensaje espiritual sólo con esas últimas horas.
Entonces, ¿qué nos queda estando en manos de un director con un ego enorme y un guión insostenible? ¿La música de un compositor que cuenta en su haber con el dudoso mérito de haber puesto melodía a las andanzas de los Spy kids o de Jimmy Neutron? ¿El virtuosismo de un director de fotografía que se encargó de la luz en "The patriot" o "Mensaje en una botella"? ¿La majestuosidad en los decorados de la mente que ideó los de películas como "Espartaco y los diez gladiadores" (un PEPLUM)? ¿La interpretación de la Bellucci que se ha caracterizado siempre por sus escotes y su poder de seducción? ¿O la portentosidad en la interpretación de un actor con pocos registros en un papel con menos posibilidades aún de exhibirlos?
Lo miro, analizo, remiro y reanalizo y no encuentro nada más que anécdotas, polémicas, chismorreos, sabéis que a tal viéndola le ha pasado cual...
No creo que esto sea celuloide, sino más bien, textil destinado a esa gran lavadora que es el marketing. Y por ello, no cabe más remedio que decir que NOS VEMOS EN EL CINE.