Quizás esta película se salga de lo convencional y nos sorprenda más de lo que nos tienen acostumbradas muchas parecidas. Pero desde luego con la imagen que tiene en portada no invita mucho a verla pues el público empieza a cansarse bastante de Nueva York como la capital del mundo en el cine. Y todo lo que conlleva. Mucha acción y efectos especiales es lo mínimo que le pido a la película. Por lo menos que se vea el capital invertido.
A partir de ahí que todo sean sorpresas. Y creo que puede aportarnos más de lo que parece e invitarnos a momentos de calidad cinematográfica.
Matt Reeves dirige el film y en el reparto encontramos a Mike Vogel (Poseidon) y a los mucho menos conocidos Blake Lively y Lizzy Caplan. La producción va de la mano de J.J Abrams, guionista de la serie Perdidos y creador de Felicity. Muy importante recordarlo.
No me preocupa demasiado el trabajo de interpretación de los personajes y me interesa más la manera en la que el film envíe al espectador a los acontecimientos. No se acepta ya más cine espectáculo tan simple. No me gustaría ver las caras apocalípticas y finalistas de siempre. Vamos, que el film tenga espíritu y criterio para poder llegar al espectador y conectar con el mismo. No soy el portavoz idóneo para hablar de cintas de este estilo y tengo claro que ya no me arriesgo. Pero esta vez parece que es diferente. O no. Quien sabe. La duda siempre nos sacude.
Probablemente no sea tan monstruosa. Una sesión de cine al más puro estilo americano pero con nuevas perspectivas de un director que se estrena y con un productor que goza de antecedentes respetados.