Crítica de la película 25 kilates por William Munny

Uno espera con decisión que en España no se note cuando un thriller trata de serlo y simplemente que lo sea. No voy a poner la mano en el fuego, y no por falta de ganas, pero pudiera ser que este film novel, de los productores de Smokin Room o En la ciudad sin límites, sea un curioso oasis en el desierto.

Más de actuaciones que de medios, eso parece, forma parte de la esperanza el pensar que puede que esté tocada con la varita mágica del éxito. El realismo muchas veces lo decide el público y creo que este film puede tener esa oportunidad.

Si director Amézcua, después de su corto Mus, cuenta con la inestimable ayuda de Francesc Garrido (El truco del manco), potente y duradero en pantalla, y con una joven Aida Folch (próximamente en Mentiras y gordas), ya no tan joven como algunos la pudieran recordar. A mí me convence una pareja capaz de trasladarnos.

Sin embargo, por otro lado, me vengo abajo y la desesperanza me inquieta, pienso en los finales de este tipo de films y me arrugo. Ojalá me equivoque pero es muy difícil llegar a grande.