Una gratísima sorpresa es la que me llevé cuando el crédito de THE END se reflejó en mi pupila, y es que este Asesinato frustrado es una película enorme.
Vayamos por partes.
El elenco actoral está grandioso. No ya sólo por poder contar con un Sean Penn con ganas, muchas más que las que puso para "La intérprete", y es que está visto que cuando le dan un papel en el que se llama Sam, este actor se crece.
Naomi Watts está tremenda, en un papel en el que es capaz de transmitir toda su belleza animal, sus dotes interpretativas, y, sobre todo, su presencia. ¡Cómo está creciendo esta actriz!
Don Cheadle aporta mucha sabiduría y saber estar en un papel secundario de los que creo nunca debería salir.
Y mención especial se merece Jack Thompson, en un papel grandioso, que sabe llenar y dotar de gran realismo.
El guión me parece que está muy sabiamente construido, y una cosa es que sepamos a dónde va a llegar, y otra bien distinta es que eso sea sinónimo de sobrarle algo. A este guión no le sobra ni una coma, y de hecho me atrevería a decir que ha aprendido mucho de su predecesora "Taxi driver", y que ha sabido corregir lo que, pese a que muchos me crucifiquen, es un secreto a voces: los defectos de guión de "Taxi driver". Mientras que en aquel clásico sí que hay momentos huecos de guión, en esta película, todo está perfectamente orquestado para ese maravilloso final, esa desatada violencia, que golpea más que cientos de películas juntas.
Sabemos que no le van a dar el préstamo, pero no lo hace con evidencia, sino que le vemos abrir una carta, otra más, y cerrar el buzón; sabemos que le va a dejar su mujer, pero se saca de la chistera una escena en la que va a su casa de noche, se lleva a lo que más quiere y le quiere, y lo ejecuta en un sótano. Todos esos detalles, unidos a una dirección detallista de mérito, hace que esta película estalle en el paladar, como su último plano, con Penn jugando en la sala con el avión de juguete.
Para cerrar esta post, hace otra mención a lo verdaderamente bien hecha que está la recreación de la época en la que transcurren los hechos, a esa pérdida de la inocencia yankie, a ese nacimiento del fin del sueño americano.
Un sonoro aplauso.