Una película firme, sencilla desde sus comienzos y atrayente hasta el final, con una dirección que no molesta, sino que ayuda y mete al espectador hasta las entrañas tanto del personaje como del mundo que le rodea.
Dura cuando lo necesita y triunfalista cuando mejor le conviene, la película narra a la perfección los sucesos que mucho se repetían en aquellos años, y que algo de sombra aún existen en nuestros días. El acertadísimo título, que queda plasmado a cada paso de un protagonista débil y enfrentado, da muestra de la capacidad de análisis de una película que se tutea con la ambientación más real.
Con un lenguaje caído y difícil, el realismo que impregna en pantalla es casi la totalidad de escenas que ya hemos visto antes pero no así, de esta manera tan especial. Un buen trabajo de la mano de la sinceridad y la buena fe en mostrar poco a poco lo que luego es mucho, mucho.