Crítica de la película La Clase por Iñaki Ortiz

Realidad no es sinónimo de aburrimiento


4/5
27/09/2008

Crítica de La Clase
por Iñaki Ortiz



Carátula de la película Esta película se aleja completamente del modelo americano de profesor comprometido con alumnos conflictivos. No nos habla de un superprofesor que consigue maravillas donde otros han fracasado, sino que se coloca en un punto de vista mucho más realista que puede estar ocurriendo en cualquier momento, ahora mismo, en Francia o en otro país similar. El profesor es voluntarioso y bastante capaz, pero tiene marcadas limitaciones, errores, y no siempre es brillante. Se podría decir que es el inverso al modelo americano, o quizá sería más adecuado hablar de la visión francesa del tema.

La película pronto toma una posición muy clara: no quiere salir de entre los muros de la clase. Apenas vemos algunas sesiones del profesorado, alguna escena del patio, y desde luego, no tiene interés en salir fuera del colegio, no queremos ver la vida de los alumnos en sus casas, porque eso es otra historia, sólo sabremos de su familia y entorno aquello que sucede dentro del colegio.

Esta condensación de los objetivos es un gran acierto pero también una apuesta muy arriesgada, pues resulta mucho más difícil mantener el ritmo y el interés del espectador en un ambiente tan limitado. Ni siquiera vemos las clases de varios profesores, nos centramos en uno solo. Sin embargo, la película consigue mantener el interés ampliamente, ofreciendo simplemente pequeñas rutinas que van dejando paso a temas más interesantes que afloran sutilmente. La clave de la película, como ha ocurrido en muchas otras de la edición de este año del festival de San Sebastián, está en el cuidado por los detalles que consiguen un nivel de realismo, derivado de los diálogos bien adaptados a cada personaje y de la coherencia de las acciones.

Resulta tan perfectamente creíble la historia gracias al gran trabajo del reparto, de guión y de dirección, que la puedes vivir y hacer tuya, puedes reflexionar acerca de los problemas del sistema educativo en los tiempos que corren, un tema actual importantísimo que no parece tener una solución clara. La película funciona porque no hay un gran final feliz ni un final artificialmente dramático. Ningún alumno termina suicidándose ni el profesor saca de la miseria a nadie. Simplemente vemos el final de un fracaso escolar de uno de los alumnos. Algo que ocurre todos los días. Tampoco estamos seguros de qué ocurrirá finalmente con este personaje.

Todo esto no me valdría si la película no cumpliera la función de entretenimiento, si se quedara casi en un documental, pero afortunadamente no es el caso. Un gran trabajo que sabe conjugar muy bien el realismo, el retrato social (más que la crítica) y el entretenimiento.

Verdaderamente meritorio.



Google+

comments powered by Disqus
La Clase en festivales: Festival de Cannes 2008 , Festival de San Sebastián 2008




Más críticas de La Clase

Ver la precrítica
Desarrollado por Dinamo Webs
Creative Commons
Publicado bajo licencia
de Creative Commons