Se estrena mañana, en los cines que
tengan a bien acogerla, esta película polaca de -atención- 2009.
Estuvo en el festival de Sundance hace ahora exactamente dos años,
en la sección internacional. Aunque a nosotros no nos suene
demasiado, en su país ha tenido bastante éxito, en parte porque se
refiere a tiempos políticos complicados allí, a principios de los
ochenta. Un tema que puede ser menos interesante para alguien que no
conozca muy de cerca la historia reciente del país.
La película está tratada desde el
punto de vista de un joven rebelde loco por el punk que tiene su
propio grupo. Como es natural, toda la película se impregna de este
look juvenil de vivencias intensas, ilusión y hormonas. La música
aquí será una parte crucial de la película, su alma. Todo ello
para reconstruir una época pero sobre todo un sentimiento general,
de inseguridad y más que nada, de incertidumbre.
Una opción diferente, peculiar, aunque
me temo que no tendrá demasiado interés por sus virtudes
artísticas.