Crítica de la película Boomerang 11m por Romulo

Redacted era el título del último trabajo de Brian De Palma. Si éste le enmendaba la plana a la guerra de Iraq sin ningún animo de objetividad, el español Antonio Prins hace lo propio con el tristemente célebre 11-M, fecha para siempre fatídica en la memoria madrileña, y la española en general.

La comparación no es gratuita, es obra del propio Prins, que reconoce que tras ver Redacted decidió que la fórmula elegida por De Palma podía ser también válida para ahondar en la tragedia madrileña -aunque con un matiz aún más documental, intuyo. No esperemos por lo tanto un estudio que profundice en el dolor humano, en las víctimas o en el mayúsculo esfuerzo de solidaridad y hermandad ante el sufrimiento que generó casi instantaneamente.

Contra eso, Prins prefiere retrotraerse a razones y hechos políticos anteriores en los que pretende buscar motivos para la barbarie: la propia guerra de Iraq, la famosa búsqueda de Bin Laden, la celebérrima alianza Bush-Blair-Aznar, qué se yo: todo eso y tanto más.

Al final tendremos un batiburrillo estético de imágenes de archivo, cámara nerviosa, montaje atropellado y una rabia incontenida que servirá para lograr el aplauso enfervorecido de quienes se posicionan igualmente, y para despertar la ira y animadversión de quienes estén en el polo opuesto. Yo no estoy aquí para analizar razones políticas, aunque tenga una postura propia y firme. Esto es Precríticas, esto es Cine. Y como tal lo valoro, únicamente.

Y, mirándolo así, no espero grandes novedades, ni méritos mayores.