La verdad es que puede ser una película que oblige a elegir, que te guste o no, aunque posiblemente a cualquiera le resulte divertida y amena. Yo entiendo en ella una calidad de dirección e inventiva bastante loable, además de una historia pegadiza, risueña y dramática pero con una entereza y sobriedad muy importantes, a pesar de algún que otro refrescazo en la cara demás.
Verbinski, sabe colocar la cámara a la altura del guión y el tempo necesario haciendo un bloque entero, de buen nivel, que no desentona con la narración, perfectamente guiada por Nicolas Cage y su padre perfecto Michael Caine.
Quizás demasiado reiterativa, con un punto de indecisión del guión cuando la cosa se pone realmente fea, pero al fin y al cabo, un producto digno de estar por encima de lo normal, es algo más. Merece mucho la pena.