Crítica de la película Los abandonados (The Abandoned) por Keichi

Muchas eran las expectativas creadas por el primer film de Nacho Cerdá, hombre curtido en el mundo del cortometraje y que cuenta en su haber con estupendos trabajos tales como Génesis. Lo cierto es que de Los Abandonados puede decirse que es una de las películas de terror “españolas” mejor realizadas hasta la fecha pero que un desastroso guión derrumba al conjunto de la obra sin contemplaciones, tirando por tierra un trabajo extraordinario en el ámbito de lo cinematográfico.

Sin mayores preámbulos, se nos pone en la piel de una mujer americana que, tras el fallecimiento de su madre biológica, vuelve a su Rusia natal en busca de su pasado. Como en muchas ocasiones, el regreso a los orígenes supone adentrarse en lo desconocido y a veces aterrador del pasado. Los avatares del destino le llevaran a quedar atrapada en una aislada casa donde conocerá a un misterioso hombre que también está relacionado con su infancia. Sin duda la ambientación de la película en Rusia supone un elemento original y es que Los Abandonados consigue imbuir a todo su metraje de un ambiente malsano francamente logrado y coherente.

Desde un punto de vista técnico, Los Abandonados es una autentica virguería. La estupenda fotografía, el uso de la luz y la increíble recreación de la casa -una de las mejores casas encantadas que se han visto- son simplemente magistrales. El tratamiento del sonido, al que el director ha prestado una especial atención, es todo un acierto. También los actores -una aterrorizada Anastasia Hille y un críptico Karen Roden- resultan convincentes y sólidos en sus papeles. Es una lástima que todas las virtudes de la película se vean ensombrecidas por un guión que hace aguas por todas partes.

Una primera parte de la película, construida a base de efectistas sustos, se maneja bastante bien aunque puede tender a la repetición en ciertos tramos. Eso no quita para que algunas escenas de Los Abandonados sean simple y llanamente perfectas. La escena en la que Marie tiene su primer encuentro con su fantasmal doble o aquella en la que los protagonistas se internan en el subterráneo bajo la casa son escalofriantes y mantienen al espectador pegado a su butaca y con el corazón en la boca. Hoy en día no es nada común encontrar una película que llegue a asustar a quien la ve de semejante manera.

Pero, evidentemente, una película no puede sostenerse con un susto constante durante su escasa hora y media de metraje. Curiosamente, parece que a la obra de Nacho Cerdá le sobren minutos. Cuando el director parece haberse hartado de recurrir a lo visual, intenta profundizar en lo narrativo a través de un guión tan terrible y complicado que termina por confundir hasta al espectador más atento. Llegado el punto en que pasado y presente, realidad y ficción, se confunden en una almágana de flashbacks en los que se nos va desvelando poco a poco el pasado de los atrapados en la casa y que terminan por hastiar a un espectador cansado de no saber adonde quiere llegar el director, la película se pierde. La escena en la que la protagonista regresa al inicio del film es simple y llanamente un sinsentido. Probablemente un nuevo visionado de la película ayude a aclarar las cosas pero no se puede decir que el guión de Los Abandonados busque ser complejo -en cuyo caso no se puede hablar de defecto- sino que está mal construido. Aburrido de dar tantas vueltas, el film termina de manera tan abrupta como predecible.

Lo cierto es que Nacho Cerdá deja patente su buen hacer a lo largo de una opera prima que, como tal, no es del todo mala, pero no deja de resultar frustrante que con piedras de semejante calidad termine construyéndose una estructura tan endeble. Los Abandonados está tan bien hecha que uno se lamenta de que, por culpa de un guión desordenado y mal construido, la película se vaya a pique. Una verdadera lástima.