Es relativamente común que, hoy en día, se realicen
películas de terror al estilo de los 80. La nostalgia de los cineastas, pero
sobretodo de ese público que ha crecido con aquellos títulos, llevan a realizar
terror nostálgico. A veces simplemente son remakes que aprovechan la idea pero
la actualizan de alguna manera a nuestros tiempos, pero en otras ocasiones
directamente buscan rememorar técnicas olvidadas (látex y mecanismos en lugar
de efectos digitales), y sobre todo temáticas, atrevidas, no tan
violentas.
El título que aquí nos ocupa ha ido un poco más allá,
ambientando directamente la acción en los 80. Y por lo que parece es minuciosa
y precisa en esta recreación. Los nostálgicos del vinilo y las hombreras están
de enhorabuena. Me interesa más cierta interpretación colateral de este
esfuerzo: un cineasta que se preocupa tan al detalle de la ambientación, es
posible que no descuide otros aspectos, al menos no actúa como un destajista
mercenario.
Hablamos de Ti West,
un director especializado en el género que hasta ahora no nos ha ofrecido
ningún trabajo que podamos considerar seriamente, sin embargo, es posible que
aquí se haya esmerado un poquito más. Se ha podido ver en el festival de
Tribeca (el de Robert De Niro). Seguramente nada del otro mundo, pero sí una
cuidada pieza artesanal para nostálgicos.