La película se salva de una nota menos positiva porque la segunda hora es incluso mejor, con esa dosis de misterio sumergido, ese talante de nueva savia que no deja que el espectador atina con lo que realmente suele suceder en films parejos.
La presentación, un tanto normal aunque disparatada en ambos personajes protagonistas de la primera hora, que alguien le quite ese sombrero a Denzel, se muestra al menos normal con algún detalle como preludio a lo que se viene encima. Foster está lo justo, no debe estar mucho más, y ese es el matiz, no quiere, Spike, vanagloriarse con ese misterio, deja que la película fluya dejando pistas en eos flashbacks que terminan por ser muy interesantes y no un relleno débil.
La consecución, con el señor calvo danzando y alguna visita de más que quizás desentone pero que tampoco sobra, hacen que la película sea un buen trabajo, bien dirigido con algún toque mágico, y un recuerdo conforme pero sin llegar a más, quizás por lo sencillo de las situaciones, en las que el buen plan, no necesita de choques al salir por la muerta para ser más grande.