Crítica de la película Quarantine por William Munny

Cuarentena es simplemente el remake, me da verguenza llamarle remake cuando debería decir copia absoluta y comprada, de Rec, esa megaconocida película de Jaume Balagueró y Paco Plaza. La necesidad de ver lo mismo es simplemente nula en este país. El único motivo para llegar a ir a verla es la curiosidad por la posible caída en picado de los matices americanos para una historia que resultaba en las gentes y sus reacciones muy de aquí.

Perder el tiempo yendo a ver algo exageradamente exagerado en una imitación barata que va a ser nueva en todo el mundo para el gran público, y rentable para los que desconocen la historia, solo va a contribuir a las arcas de unos compradores de ideas que conseguirán mucha fama sin merecerlo para unos directores tristes, que se hacen cargo de una versión ideada para la taquilla, ya sucedió antes con Vanilla sky.

Jennifer Carpenter pretenderá ser la angelical víctima del terror sustituyendo a nuestra Manuela Velasco, seguramente con más ñoñez obligada, es lo que les gusta por aquellos lares, féminas débiles sin chicha ni limonada, como mayor representante de algo de fuerza en pantalla. Ya la hemos visto en El exorcismo de Emily Rose o recientemente en Batalla en Seattle. El resto actores que quedan bien en pantalla con algún papel más o menos destacado como supersecundario que han aceptado entrar en lo que parece un éxito seguro bajo poco precio en contrato. Todo huele a sucedáneo y lo peor es que por el resto de países, la mayoría de la gente que vaya a las salas no lo sabrá.