La última casa a la izquierda es el remake de la primera película de Wes Craven. Cuentan los que la han visto, que se puede adivinar todo el cine de Craven, aunque todavía sin pulir y sin desarrollar. El 99% de los remakes que pasan por la cartelera suelen ser totalmente inútiles e innecesarios y sólo responden a una lógica de mercado y la saturación que ofrece una cartelera cuyas películas basan sus beneficios en la taquilla de su primera semana. Sin embargo, puede ser interesante el remake de una película que resultó fallida.
Sin destripar nada de la película diré, que se trata de la clásica peli donde un hecho brutal conlleva una venganza brutal. La película original causó sensación por lo cruda que era para la época. Vista desde hoy en día, es una película totalmente inocente, porque ya nos hemos acostumbrado hasta al gore más bestia. La versión actual ofrecerá una buena dosis de violencia gratuita, aunque no se encontrará dentro de la rama más bestia del terror actual (como Martyrs o Frontieres).
Una opción aceptable para los amantes del cine de terror, con un poco de violencia cruda y un buen ritmo, que asegura no aburrirse en la butaca.
Opción aceptable en tiempos de cartera desértica.