Se trata de una película de co-producción entre Uruguay, España y Argentina basada en la novela de Dani Umpi que está creando un gran revuelo a cuenta de su sesgada visión de la religión, entre otros temas, por supuesto entre los religiosos. El aprovechamiento de este aspecto y el tono original de la película, siendo un musical que a veces recuerda un videoclip, logran que la película esté en el candelero.
Basada al parecer en los sueños, como homenaje a todos esos sueños que han tenido que luchar contra la cultura impuesta de ideales o no rechistamientos, parece un ejercicio de chiste o burla sana mientras se trata de rodar con inteligencia un humor demasiado evidente. Se trata por tanto de una comedia ligera pero con gente cantando y esto ya es una advertencia a quien no quiere perderse en sus minutos si esto no le gusta.
Yo por mi parte puedo decir que a modo de curiosidad es sencillo decir que me gustaría acercarme, pero a modo de cinematografía me echo para atrás con la confianza de que los momentos cumbre serán pocos y que en otros muchos momentos pediré la hora. Al final, no me gustan demasiado los musicales, al menos los poco ágiles con la cámara y por tanto esto desvirtúa un mensaje, puede que de mucha reflexión con guiños a una humanidad ya perdida, pero que sin la ayuda de una realización amable pierde mucho.