El guión de Prometheus está
plagado de disparates. Quizá esta sea la primera película de
verdadera ciencia ficción que dirige Ridley Scott, al fin y
al cabo, Alien y Blade Runner estaban más dominadas
por otros géneros (terror y noir respectivamente) y el aspecto
puramente de ciencia ficción, que tampoco era una maravilla, quedaba
en un segundo o tercer plano. Aquí sin embargo, se quiere jugar a la
ciencia ficción de altura, con un trasfondo filosófico con
pretensiones, que es ridículamente simplista y para colmo es
verbalizado hasta el límite de nuestra paciencia. Que si yo tengo
alma y tú no, que si esto es en lo que he decidido creer, que si te
crearon porque pudieron... En esta película hay más respuestas que
preguntas.
Lo rocambolesco de su trama sólo
demuestra que se han querido incluir un montón de elementos
llamativos a la vez sin buscar una verdadera coherencia argumental.
Gran parte de ellos son enormes dislates desde el punto de vista de
la ciencia ficción, a la que Scott juega con prepotencia. No
resiste el más mínimo análisis superficial.
Con todo, con sus disparates
científicos y su filosofía de mercadillo, aún podría ser una
película entretenida, válida, pero tampoco. Su mayor defecto es
inaceptable: los personajes dan igual. Que muera uno u otro, a mí
plin. Algunos porque ni siquiera he tenido tiempo de conocerlos, esa
nave está llena de secundarios. Otros porque son cargantes y
tontorrones, como la protagonista. Sinceramente, me da lo mismo si le
muerde un bicho o si escapa del planeta.
Ningún recurso dramático interesa.
"¡Padre!" Pues claro, que es su padre, ¿quién si no? Y en todo
caso, ¿qué importancia tiene? Se podría eliminar de cuajo el
personaje de Charlize Theron y sólo perderíamos una belleza
-que visto lo que tenemos no es poco- pero el guión permanecería
casi intacto. Que estaba vivo, bien ¿y qué? Tampoco hacía
falta mantenerlo en secreto. ¿Qué cambia? Se pretende buscar
sorpresas y revelaciones sobre cuestiones que no afectan para nada al
desarrollo de la película.
Coincido con mis compañeros en que el
interés está en el personaje de David. Primero, porque está
magistralmente interpretado por Michael Fassbender, en un tono
asexuado e inteligente. Segundo, porque los únicos momentos buenos
de la película son suyos: el solitario viaje en el que imita a Peter
O'Toole. El resto del reparto falla así como sus personajes.
De Alien, como comentaba en mi precrítica hay bien poco, por lo que tampoco vale la pena hacer
ningún tipo de comparación. Se han recuperado algunos diseños de
H.R. Giger, especialmente la nave espacial alienígena, y muy
especialmente el puente de mando - que según Scott se han retocado
ligeramente para que sea más "mecánico" y menos orgánico. Un
guiño sin importancia, que desgraciadamente hace retorcerse el guión
para poder pasar por el aro. Por supuesto, de la atmósfera y el suspense,
no queda nada, y el resto del diseño de producción es bastante
pobre a su lado.
No es que Prometheus no esté a
la altura de Alien, es que no llega ni a los mínimos del cine
comercial.