Aprovecha Cannes para ver si Tavernier va retomando el estado de forma.
Después de varios años inactivo, 2009 sirvió en Francia para verle volver con un pequeño thriller, un clásico relato de misterio y crimen, In the electric mist. Antes de eso llevaba un lustro parado. Poco antes había hecho Salvoconducto, interesante relato de tiempos de gran guerra que pudimos ver en el Zinemaldi. Ahora le toca demostrar si, después de entrenarse en el ligero terreno del misterio más llevadero, va recuperando el pulso.
Ahora llega a lo grande a Cannes con una trama histórica, de presupuesto cómodo para la cinematografía gala y de diseño, seguramente, impecable. Veremos qué tal de pulso. Tavernier es un veterano veteranísimo, y está por ver que ahora pueda volver a rendir como en sus mejores tiempos.
En el reparto mucho actor joven, quizá nos suene Gaspard Ulliel (le recuerdo ahora a las órdenes de Gus Van Sant en uno de los episodios de Paris je t'aime), un actor de rostro aniñado pero al tiempo algo turbador. Interesante joven intérprete, con gran potencial.
Como no podía ser de otra manera, el viejo Bertrand se ha involucrado también en la escritura del guión, en grupo, y apoyándose en el célebre texto de Madame de Lafayette. Habrá dado lo mejor de sí. El irregular Tavernier. El interesantísimo Tavernier. El autor de cosas tan dispares como La hija de Dartagnan, La carnaza o La vida y nada más. ¡Qué tío!