Una de las películas más esperadas en
2012 va a ser sin duda el nuevo trabajo de Alfonso Cuarón,
Gravity. El principal atractivo en este caso es el anunciado
paso adelante en efectos especiales, que será necesario para rodar
complicadas escenas en gravedad cero. El comentario más asociado a
ello es el del gurú de los avances digitales, James Cameron, que
aseguró que con la tecnología actual era imposible llevar a la
pantalla las ideas de Cuarón. No en vano, el equipo técnico
encargado de conseguir estas hazañas será el mismo que en Avatar.
Del director de la impresionante Hijos de los hombres, espero
un uso de los efectos especiales que vayan más allá del simple
artificio y estén al servicio del arte. Si recordamos los ambiciosos
despliegues técnicos para conseguir los planos secuencia de aquella
película, podemos intuir por dónde encontraremos los hallazgos
visuales en esta película. Atención a la escena inicial de veinte
minutos porque promete ser memorable.
Ha habido algo de baile en el reducido
casting (de sólo dos personajes), perdiendo al interesante fichaje
inicial, Robert Downey Jr., por un eficaz pero menos potente George
Clooney. En el apartado femenino tenemos menos suerte, habrá que
darle una oportunidad a la siempre cansina Sandra Bullock. En
cuanto al guión, el director lo ha escrito junto a su hijo, Jonás
Cuarón, y después ha sido revisado por Rodrigo García,
especialmente en lo que concierne al personaje femenino, dado que a
García se le presupone ciertas capacidades para escribir sobre
mujeres (9 Lives, Madres e hijas) y, añado yo, se
mueve bien en los diálogos cerrados por la unidad de lugar y la
intimidad de dos protagonistas, al menos es lo que demuestra con sus
guiones para la serie In Treatment. Como casi siempre, el
director cuenta con Emmanuel Lubezki en el apartado de
fotografía, uno de los puntos fuertes en la filmografía de Cuarón.
En definitiva, un taquillazo de efectos
especiales de nueva generación, una emocionante aventura espacial, y
al mismo tiempo, un guión cuidado y una brillante hazaña visual.
Todo eso espero, con interés, de Gravity.