La sustancia del film, de camino entre el thriller y la acción dramática, es Cormac McCarthy, novelista que últimamente ha aportado sonados éxitos de taquilla, véase, The road o No es país para viejos. A partir de ahí el elenco atoral y Ridley Scott tienen que sacar adelante un film para hacerlo importante.
Ridley Scott no sabe llevar temas contemporáneos a la gran pantalla, y con temas contemporáneos hablo de películas de ambientación actual con argumento entorno a situaciones medianamente normales. Como mucho admitiendo que Un buen año (Y recordando también Thelma & Louise) fuera una de esas películas encuadradas como remarco, el resto siempre son reseñas de mundos aparte, lejanos o demasiado estereotipados como para ser verosímiles sin el esfuerzo del espectador.
Lo complicado de esta película será por tanto, sacar adelante un tema tan trillado y pasado de moda como el de los narcotraficantes con un dilema no conocido por detrás a ritmo de dirección ágil y potente. Lo segundo lo veo más factible que lo primero.
Así, el único que puede conseguir levantar la moral a un film que no se va a poder disfrutar por soso, probablemente, es Michael Fassbender (Prometheus). El aderezo lo pondrán Brad Pitt, Penelope Cruz, Javier Bardem y Cameron Díaz.
Igual es cosa mía pero prefiero el Ridley Scott que hace lo que sabe, hacer cine de siempre, de gentes lejanas a lo común.