Dulce edición la que vive la Semana de Terror de este año. Estamos pudiendo ver todo tipo de propuestas, muy variadas. Tucker and Dale representa, por ejemplo, el terror cómico. Esas películas que saben reirse del género y, además, hacerlo de manera más o menos original y chocante. Es verdad que tampoco va mucho más allá y cae en la trampa de reirse de los mecanismos más clásicos del terror de Hollywood... pero cayendo en ellos finalmente - como, por ejemplo, en la historia de amor friki tía buena que tan de moda está en otras películas como Adventureland, Kick ass, y todo el cine de nerds - .
El caso es que la premisa de "jóvenes alocados van al lago, y unos paletos brutos los van cazando uno a uno", aquí es parodiado de manera eficaz. La pareja, Tucker y Dale están muy bien en su papel, especialmente Tucker, y es que Alan Tudyk está consiguiendo labrarse una carrera cómica de lo más interesante. Consigue siempre dotar a sus personajes de una profundidad humana más o menos creíble, y maximizar la carcajada cuando es necesario.
En resumen, una astracanada de lo más divertida que consigue mantener el hilo hasta el final sin desfallecer y que no toma al espectador por idiota.
Muy bien.