Crítica de la película Querido John por William Munny

Nicholas Sparks es un habitual de la novela amorosa, pero de esa romántica y duradera, de esa que encantaba en los años 80 a las féminas y ahora a unas cuentas menos y de manera encubierta, ese romanticismo que tanto le ha dado a Kevin Costner para hacernos una clara idea. Película por tanto, dirigida a la satisfacción romántica de los espectadores, entre los que de manera escondida no elimino la existencia de hombres y de ahí, la elección de un muchachote fuerte como acompáñante de la exuberante Amanda Seyfried (Mamma Mía). Se trata de Channing Tatum (Enemigos públicos o GiJoe), un guaperas de músculo goloso que tratará de dar una imagen más moderna al amor actual.

Hstoria por tanto decente y sin demasiado exagerar pero dentro de los cánones del género, que a los que la busquen encantará y a los que la encuentren, como no la estaban buscando, les decepcionará. Para dar con la redondez de un producto sano dentro de su ligereza, Lasse Hallström,el mismo de Las normas de la casa de la sidra o La gran estafa entre otras muchas, se atreve a seguir alejándose de la imagen que un día nos transportó a todos, por ejemplo, con Atando Cabos o Mi vida como un perro, para adaptarse a estos cumplidos cinematográficos donde no lo hace mal, pero todos sabemos podría hacer mejor en otro tipo de proyectos.  

Para acabar me gustaría dar un boto de confianza a este tipo de films. La socarronería con que de este género se han burlado muchos, está en la misma proporción que otros muchos espectadores lo secundan, porque principalmente toca uno de los temas universales, el amor. El como tocarlo, la tendencia de comedia o comedia sencilla que se ha proyectado sobre este tipo de cine estropeó el mito. Han de existir y me parece correcto su hueco. Alguna vez todos nos hemos sorprendido viendo gratamente en su contexto Mensaje en una botella, del mismo autor mencionado en la primera línea, y oye no pasa nada por ello, pero es lo que es, romanticismo de taquilla.