Crítica de la película Terminator Salvation por Iñaki Ortiz

Desde Batman Begins, ya no nos resulta nueva la idea de romper con el tono y el estilo de una saga que se encuentra encallada. La diferencia es que la saga de Terminator, aun con el notable bajón de calidad debido a la falta de James Cameron, seguía manteniéndose dignamente. No se debía romper por completo y eso debieron pensar los creadores de esta nueva entrega que compagina un respeto casi reverencial por las primeras entregas, con una decisión tajante de ruptura. Esto es posible gracias a la particularidad de la trama, que como anunciaba en mi precrítica, daría lugar a una película completamente diferente.

Quienes buscaran otra copia más -como lo fue la tercera entrega con respecto a la segunda, y ya lo era en modo mejorado la segunda respecto a la primera- no habrán disfrutado más que del momento en que aparece la cara digitalizada de nuestro añorado Schwarzenegger. Una concesión al espectador que, por otro lado está completamente fuera de lugar y dentro del conjunto se muestra innecesaria, aunque como guiño se agradece.

Eso sí, que esta película discurra por otros derroteros, con un estilo diferente, mucho menos cómico y más crudo, y con nuevos objetivos no quiere decir que no sea una secuela perfectamente continuista. Desde las cicatrices necesarias de Connor hasta el truco de la escopeta amarrada al brazo son referencias directas a la saga, que McG o los guionistas, o ambos, parecen disfrutar incluyendo. El quid de la cuestión vuelve a ser la eliminación de los elementos peligrosos en un futuro, lo cual alivia lo que podría haber sido una aburrida historia puramente bélica. Y por otro lado se lleva un poco más al límite la paradoja. Hasta ahora sabíamos que Connor no habría nacido -por dobles razones de supervivencia y reproducción- si Kyle Reese no hubiera venido del futuro, ahora además, con el acto de salvar la vida de Reese, John Connor afianza su propia existencia. Este concepto camina orgulloso dentro de la filosofía de la saga. Pero, ¿qué es Terminator Salvation como película independiente de las anteriores entregas?

Si James Cameron fue capaz de escribir con su propia letra en la historia del cine de acción y ciencia ficción -del cine en último término- McG demuestra que su talento, más que en escribir se encuentra en todo lo contrario, en ser un brillante lector. Evidentemente esta película le debe mucho a las anteriores entregas, no hace falta decirlo, pero tampoco hubiera existido sin antes estrenarse la saga de Matrix, elemento esencial que no es nuevo en la carrera de McG, o Mad Max, La guerra de los mundos de Spielberg... estos ejemplos son casi vertebrales, pero hay todo tipo de fuentes menores, como puede ser La caza del Octubre Rojo. El director se nutre descaradamente de lo mejor del cine de acción y ciencia ficción de las últimas décadas. Una vez más, disfruta con lo que está haciendo. La película también descansa sobre bases mucho más clásicas como el mito de Frankenstein.

Es también casi un paradigma del nuevo cine de acción. Comparte con sus contemporáneas el gusto por el realismo -casi parece que estuviéramos viendo la guerra de Irak por momentos-, la intensidad, la falta de adornos, la cámara heredada del dogma. También se priva de incluir elementos tontos para adolescentes, (podemos recordar, por ejemplo, Transformers, cuya secuela pretende hacer sombra a esta, pero también podemos encontrar elementos de este tipo en Terminator 3 y sus rollitos en sótanos). Es de agradecer esta intención de calidad. No puedo evitar pensar que si Yo Robot se hubiera rodado dentro de esta nueva tendencia habría sido una película redonda, sin las tonterías que la empañaban.

Es de agradecer que haya vuelto el carisma para John Connor, con la intervención de Christian Bale (fucking distracting), un excelente actor de una intensidad explosiva. Aunque en esta ocasión, Sam Worthington le haga algo de sombra. También son excelentes los efectos especiales, a veces al servicio de la cámara (el plano del helicóptero), otras al servicio del espectáculo e incluso al servicio de la juventud.

En definitiva, una buena película, con algunas imperfecciones, que supone una mejora respecto a la última entrega.

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