Dolorosa película que resulta impulsada a la cartelera por una extraña norma que a muchos se nos escapa de las meninges. Es cierto que unas cuantas semimodelos con vestiditos y cositas cortas en sus cuerpos esculturales siempre han llamado la atención de un público adolescente, pero el nivel de película trillada es tal que hasta será castigada por la taquilla. Si esto no ocurre sencillamente creo que habremos perdido a la juventud de este lugar donde habito. Deberían de hacer una estadística por provincias para subvencionar a la que demuestre mayor venta de entradas en un subproducto imitador del clásico Sé lo que hicisteis el último verano pero sin fuerza.
No es recomendable de ninguna de las maneras, y éstas pueden ser muchas. Sin garra, sin sustos serios, solo caras bonitas bajo el infierno del suspense en un caer sencillo y poco talentoso. Verlas gritando en supershorts puede que sea símbolo del mercano estadounidense, pero aquí no se consiguen balances positivos a base de misteriosas maneras de enseñar carnaza. Se consigue dinero pero no el aplauso o al menos beneplácito de la prensa en general, sencillamente porque es evidente que esto no es bueno, y no lo es para nadie.