Me he aventurado, sí. Esta película será la gran triunfadora de esta edición del Zinemaldi. Pero, ¿por qué? ¿Acaso es mi enésimo ataque de locura? No, la razón es muy sencilla. Este joven director de apenas 30 me maravilló y me deslumbró con su anterior trabajo: "Day and night", todo un ejercicio de fuerza y valor a la altura de muy pocos.
En esta ocasión, y sin ejercicios autolimitativos, parece que vuelve con más de lo mismo. Repite guionista y actor, sí, señor, el Cristopher Walken nórdico; y añade a la mezcla a la imponente Lena Olin, una de las actrices suecas con más credibilidad del nuevo cine nórdico; y una joyita para festivaleros: Fares Fares, el actor que hacía de secuestrador en la fresca "Fore Störmen".
Con todo, una película de un director al que no le importa deslumbrar con poco. Su rocambolesco título no debe dejar a nadie en su casa. Staho ha sacado su fusil, ese ojo frío y azul, y está dispuesto a escribir una nueva página en el maravilloso libro del Cine Nórdico.