Esta es una película ante todo irregular. En parte eso tiene su cierto hay interés, todo hay que decirlo. Lo que más me interesa es la parte de "el viaje", pero también tiene su gracia que la película empiece por otra senda. Primero vemos ese tipo de película de investigación sucia y tranquila, desordenada como le gusta a Arriaga. En este caso el desorden me parece aceptable, incluso hasta positivo. Vemos ese ambiente sórdido de camareras y policías que tan bien queda en el cine americano. Además hay una historia.
Pero llega un momento en que el tema empieza a aburrir, y cuando el protagonista llama a la puerta del asesino uno se pregunta ¿bueno y ahora qué?. La respuesta es el viaje. Un cambio de rumbo que sienta muy bien a la película. Una redención a lo Robert De Niro en "La misión", pero esta vez forzada. La película abre las ventanas para airear la sala. Pero nuevamente este viaje se pone un poquito pesado, especialmente desde que el secuestrado escapa se suceden una serie de escenas un tanto atropelladas, confusas y torpemente amontonadas. Lo peor llega de la mano de la facilona salida de tener que ser curado por la mujer a la que había golpeado. Ahí el que se siente un tanto golpeado es el espectador.
Y en ese momento, cuando uno está pensando en que la película se pierde definitivamente aparece ese giro de la invención de Melquiades, que no chirría de ninguna manera y que da una nueva dimensión a la película. Es original y sirve para afianzar la creciente locura del protagonista. Se puede decir que la cosa termina bien.
En definitiva, una película irregular mucho más interesante que otras películas más correctas, una película que se la juega. Lástima que la dirección es demasiado justita. En compensación los dos actores están muy bien.