Crítica de la película Cien clavos por Hypnos

Comentaba acertadamente Obi Wan que Ermanno Olmi, reciente León de Oro en Venecia a toda su carrera, ha decidido dejar el cine de ficción para continuar con el documental, con el que empezó hace ya casi 50 años. Igual de cierto es que, lamentablemente, el cine de Olmi no ha tenido mucha entrada en España, siendo uno de los directores más interesantes del nuevo cine italiano. Me gustaría destacar La leyenda del Santo Bebedor, El oficio de las armas o El árbol de los zuecos.

Por tanto, se trata de una especie de testamento cinematográfico en vida, y de una oportunidad irrepetible de acercarse y descubrir a un director, tan interesante como desconocido.

Una película que seguro que no contentará a todos, Olmi no suele tener discursos que uno comparta fácilmente; y, desde luego, aléjese cualquier espectador que crea que puede encontrar algo parecido a El Código Da Vinci, nada más lejos de la intención de Olmi, en un film que puede estar más cerca de La última tentación de Cristo. Hermosa fotografía, realizada por su hijo, para un cine de muchos quilates.

Nos vemos en el cine.