He de comenzar esta post exponiendo la enorme satisfacción que esta película me ha procurado. Como ya dejé claro en mi pre no iba nada convencido a ver algo que creí haber visto ya y que no me entusiasmó. Pero es que para mí, esta película es superior a "Pesadilla antes de Navidad".
Me voy a limitar a hacer la clásica post de contras y pros, para rematar con conclusiones.
La historia, en sí, para los doctrinales de esta materia, no sé si es manida o trillada, pero, vamos, que se trata de una historia convencional en la que a uno, a partir del minuto veinte, no le sorprenden en nada.
El aspecto musical de la película es lo que menos me ha gustado de la misma. Sigo siendo un poco alérgico a los musicales y aún tengo pesadillas con "El fantasma de la ópera", y, siendo sinceros, ha habido un momento en el que si hubiese estado en el Teatro Principal habría gritado sin parar: "BASTA YA". Ha sido con el corte de "booooda, booooooda, boooooda". Especialmente molesto. Para mí, la colaboración Elfman-Burton siempre está al mismo nivel desde hace mucho tiempo. Así que no me siento capacitado para hablar de cumbres.
No obstante, la convencionalidad de la historia la suplen Burton y cía. con un romanticismo que trasciende la pantalla. Es maravilloso el romanticismo que esta historia y la escena final en la iglesia evocan. Mágico. Asimismo el humor ácido hace su presencia con frecuencia con comentarios a cada cual más mordaces que hacen que uno se olvide casi hasta de la historia. Constantes juegos de palabras que van acompañados de constantes juegos de animación. Una película que vista mil veces desvelará más y más detalles de humor ácido. Como muestra un botón: "los muertos se mueren por venir aquí abajo". Y maravillosos son también los homenajes a él mismo, cuando un personaje se equivoca con el nombre Victor y le llama "Vincent". O cuando homenajean la famosa escena de "Lo que el viento se llevó".
En el tema colores estoy de acuerdo con Rómulo y Remo, son sencillamente fabulosos. Los tonos apagados del inicio con una mariposa que es la única nota de color en un pueblo que se mueve al son de un reloj, monótonamente, sin vida, la paradoja de los vivos muertos en vida; para luego soltar calor y color en el mundo de los muertos, con delirantes verdes, y la sempiterna luz azulada de la luna en la novia cadáver.
Igualmente maravilloso en el guión son las escenas con el piano. Las dos escenas en las que Victor se enamora de sus novias. Sin embargo en la primera es él el que toca y Victoria la que se enamora oyéndole. En la segunda sucede al revés. Muy bonito.
Y, sobre todo, la utilización de la animación, en línea con lo que preconizaran ya en "Los increíbles", para dotarlo de mayor realismo, con los desenfoques. Sucede en la primera escena tras la presentación del pescadero.
En suma, una película maravillosa de ver que recomiendo a todos los niños y a todos los insomnes aquejados de romanticismo. Una pequeña delicia.