Se estrena la última película de Tony Scott (“El fuego de la venganza”, “Marea roja”, “El último Boy Scout”... ¿“Top Gun”?). Tony Scott es un tipo a vigilar de lejos. Si buscamos sus grandes obras, las de calidad, las que dan prestigio, simplemente no las encontraremos. Sin embargo, si lo que buscamos son películas disfrutables realizadas con seriedad, encontraremos unas cuantas. Si lo que buscamos es además una atmósfera personal, una estilización de la imagen como sello, fuerza, estamos en el buen camino. Tony nunca será Ridley, su hermano, no alcanzará sus capacidades, pero tiene su propia potencia. Eso sí, nos puede colar un pestiño sin despeinarse.
Esta película tiene una ventaja muy a la vista: sus intérpretes. Aguanten la respiración: Keira Knightley (como Domino), Mickey Rourke que se apunta a lo mejor del momento, Macy Gray (sí, la cantante), Lucy Liu otra que va coleccionando buenas películas, Jacqueline Bisset, Christopher Walken (con mi reverencia y nada más que decir), Jerry Springer (sí, el presentador), Tom Waits (el cantante, pero este ya es actor experimentado)... Mucha gente, pero seguimos sin tener ningún aval.
Tony Scott ha trabajado con guiones de gente como Tarantino o Shane Black, el guionista de oro en su momento (“Arma Letal”, “Kiss Kiss Bang Bang”). Ahora le toca el turno a nada más y nada menos que Richard Kelly, director de la polémica y bien considerada “Donnie Darko” y de la polémica y digamos que no tan bien considerada “Southland Tales”. No cabe ocultar mi interés. ¿Se tratará de una película diferente? La premisa argumental promete que así será. ¿Quizá sea tan sólo un estúpido desfile de famosetes nacionales y acción burda? ¿Tenemos ya el aval con el nombre de Kelly? Desde luego que no, pero yo ya tengo el interés.