China participa de nuevo en la cartelera con un título más lleno de historias propias, de mundos lejanos pero a la vez universales y cercanos, y sin el pudor de mostrar sus historias con la entereza de la personalidad firme.
El éxito de la mayoría de películas de corte dramático, intensas y de sentimiento propio, se basa quizás en contar tranquilamente, sin adornos para el gran público occidental. Esta historia de regreso a Shangai después de marchar a una zona pendiente de la guerra, trata sobre mucho más que la crudeza, la pobreza, o la decisión alocada. Trata sobre el carácter de un mundo distinto y las complejas necesidades para llenar de pasiones consentidas un corazón indomable y desde luego valiente.