Olvidaos del cartel y del poco prometedor título con que esta película se va a estrenar en España. Detrás de ella puede que haya algo más de chicha de la que todo eso parece anunciar.
¿Y por qué? Fijémonos en el nombre detrás de todo el cotarro: David Koepp. Este tipo es el responsable de algunos libretos realmente interesantes (y bien cierto es: también otros que menos): Atrapado por su pasado, El efecto Dominó, Snake eyes, La habitación del pánico, La guerra de los mundos o el cuarto Indiana Jones.
Todo tiene un denominador común: son libretos de acción, thriller o similar. Tampoco son grandísimas maravillas, pero sí estructuras bien desarrolladas, casi siempre inteligentes. Así pues, debemos esperar profesionalidad, buen ojo y prestancia en la mano detrás del guión de esta comedia.
¿Comedia? He ahí la duda. Koepp haciendo comedia... ¡Esto es nuevo! Y es que David Koepp alguna película como director ya tiene a sus espaldas, como la citada El efecto Dominó (no estaba mal...) o La ventana secreta, pero ni son finalmente productos que supongan una garantía, ni dejan de ser propuestas en la línea antes comentada: thriller, suspense, algo de terror.
Ahora se mete con un género nuevo, en el que el guión es realmente importante. Dudas mil, sí... pero nunca se sabe. Y salvo Kinnear, cuenta con un reparto desconocido y poca pasta. Eso, en este caso, me gusta. Habrá tenido libertad para jugar con el tipo de humor que más le plazca...