Si el festival de Locarno tuviera la repercusión mediática que merece, o al menos si tuviera alguna repercusión, Aki Kaurismaki estaría de moda por la retrospectiva que se le dedica en este festival. Yo por mi parte, aporto mi atención para esta película dirigida por su hermano que, posiblemente, ande un poco lejos de mis gustos y concepciones. A Mika Kaurismaki le pasa un poco como a Tony Scott, siempre será el hermano con menos talento, en este caso del conocido y respetado Aki Kaurismaki. Pero no vamos a perderle de vista por tener un hermano bueno. Podemos buscar mejores razones. Por ejemplo, que su cine apeste considerablemente a cultureta de libro, de los que clavan sus uñas a las butacas de los festivales más clásicos. Por ejemplo, que su nueva película sea una revisitación de un clásico griego (no diré cual para no desvelar nada) y que realmente termine siendo la habitual historia de un hombre perdido y una mujer que huye. Un tanto pretencioso. Hay varias cosas que me hacen alejarme, pero una importante que me atrae: la curiosidad. Me digo, vamos a darle una oportunidad, vamos a acercarnos al cine a poner pose cultureta y a intentar disfrutar de otro tipo de historias, no nuevas, pero sí otro tipo. Y desde aquí, desde lejos será un pequeño guiño a ese Locarno al que le duelen las cámaras de los fotógrafos que ha perdido.