Con un toque canalla y la estética de los no malvados pero sí externos a la relación de amistad, de Jorge y su hombre acompañante de amarillo, que me recuerda a Mofly con pequeños gestos y torsiones de cuerpo, Jorge el curioso es el prototipo, sin mayúsculas, de película para niños.
Vital, reflexiva y hasta graciosa en algún momento, que para los peques serán muchos, se muestra inteligente no entrando en tonterías retorcidas, y tratando la equivocación, la zancadilla o el amor commo la amistad con sencillez.
Ese homenaje a King Kong es curioso, así como el mensaje antes de saltar en coche por el muelle de "niños no intetéis esto en casa", son detalles que son plausibles para el adulto acompañante, pero desde luego su finalidad es el niño, así que a los demás no nos entusiasma demasiado que todo salga tan bien.