Crítica de la película Harry Potter y las reliquias de la muerte - Parte por Obi-Wan

Nunca creí que iba a decir esto, pero el exceso de fidelidad al libro de esta adaptación, ha hecho  incompleta esta primera parte de la última entrega. Claro que entonces se estaría jugando la quinta estrella fácilmente. Es difícil de expresar y explicar, pero dividir este último libro en dos partes,  no ha dejado a este primer asalto que fuese un título disfrutable al cien por cien por sí mismo, ya que queda más que claro en su visionado que se rodaron las dos partes como si fueran una sola y después simplemente la han partido  por la mitad. Ya de por si esta última entrega literaria era diferente por muchos aspectos, sobre todo por salir fuera de las paredes de Hogwarts, pero al terminar queda una extraña sensación de vacío que no se ha sabido aplacar al no tener un final. No puedo estar más de acuerdo con mi compañero Sherlock en su postcrítica, por lo que no me repetiré en los mismos aspectos.

Sí que me gustaría incidir en que su final se acerca mucho al que personalmente había vaticinado, en la casa de Bill Weasly tras la muerte de Dobby. Pero sinceramente creía que la decisión de Harry entre Horrocruxes o Reliquias de la muerte iba a quedar tan patente como en el libro. Era hora ya de mostrar un poco más claramente la elección clara de Harry entre el camino fácil o el más conveniente, un poco al estilo de Luke Skywalker con la fuerza.

En cambio me ha maravillado la profundidad que se ha conseguido con los personajes, que ha aumentado aún si cabía respecto a El misterio del príncipe. Su dibujo y desarrollo son perfectos y su interacción y sus motivaciones quedan magníficamente plasmadas. Es la primera vez que no echo de menos el libro para tener que ocupar los huecos vacíos que las prisas por contar lo principal de la trama creaban en el guión. El desarrollo y dibujo de los personajes es perfecto. La ambientación en general es maravillosa: tétrica, oscura y angustiosa, que ahoga y aprieta. Esa sensación de desespero y desorientación de nuestros tres jóvenes protagonistas es transmitida al espectador con fuerza.

Respecto a los momentos esperados, algo de decepción ante la muerte de Hedwig. La escena queda mejorada en el film por la defensa de su amo por la lechuza, pero no logran emocionar con su heroico final. En cambio la de Dobby consigue que el lacrimal tenga su momento álgido.

Este film puede considerarse como una dura escalada hacia un trampolín, desde dónde el cual sólo queda tirarnos en caída libre hacia un final que va a ser trepidante, sin tiempo para parar a respirar. Un angustioso ascenso hacia una que nos prepara para un gran desenlace.