Un grupo de actores jóvenes, desconocidos, guapos y guapas. Un local de intercambio mítico en nueva york. Mucho morbo, mucho contenido no apto para menores. Personajes bohemios que se mueven con intereses variados, arte, política pero sobretodo sexo. Un ambiente underground. Cine independiente en la más pura esencia del cine independiente, de ese que empieza a ser comercial.
No se puede pedir mucho más si te gusta el “género”. Quizá se puede pedir una banda sonora compuesta por el grupo de música indi Yo la tengo, que la tiene. Se puede pedir que sea lo más cultureta-bohemia que pueda aguantar mi estómago. Se puede pedir diálogos frescos, situaciones extremas, sentimientos variados pero sobre todo pasión.
El director y guionista (otra configuración sería inaceptable) es John Cameron Mitchell, básicamente actor y de teatro en especial, con gran éxito en Brodway. Esta no es su primera película, en el 2001 estrenó Hedwig y the Angry Inch, una película que ya tenía su contenido sexual, o transexual mejor dicho, y se trataba de un musical. Esta vez abandona el musical pero sin duda la banda sonora tendrá una presencia importante en el film.
Estuvo a concurso en el pasado festival de Gijón, un festival de corte bastante independiente y se llevó el premio a mejor guión. Muy interesante. Lo peor que me podría pasar al ver esta película es sentir que estoy viendo el mismo producto que se viene haciendo hace varios años. Confío en que no sea así.